domingo, 6 de febrero de 2011

LEÓN, MI TIERRA NATAL


(Tercera parte)


CIUDAD UNIVERSITARIA


Vienen de los cuatro puntos cardinales del país. Llegan en autobuses, interlocales o vehículos propios. Cargados con maletas, bolsos, mochilas y sobre todo, con el mismo sueño por cumplir: convertirse en un profesional. Algunos arriban acompañados de su familia. Otros se han aventurado solos. Viajan desde lejos, de lugares similares a su destino o, por el contrario, muy diferentes. La mayoría viene de climas más frescos, pues León es de los lugares más calientes de Nicaragua, y quizás de toda Centroamérica. Llegan buscando un sueño, o más bien, pretendiendo dar el primer paso en la consecución del mismo. La mayoría lo hace por voluntad propia. Afortunadamente muy pocos de los jóvenes han de conformarse con el bachillerato, y los más anhelan cursar una carrera, tener una profesión en la que dignifiquen aquello a lo que se dedicarán el resto de sus vidas, lo que les dará sustento económico, un hogar para vivir, movilidad social, oportunidad de viajar, desarrollo profesional integral, la creación de un patrimonio propio y la edificación tanto de sí mismos como de sus futuras familias. Les hablo de todos los bachilleres que desean hacer sus estudios superiores en León, merecidamente llamada CIUDAD UNIVERSITARIA, gracias a la existencia de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), el último centro de enseñanza de educación superior fundado durante el período colonial español en América, a inicios del siglo XIX.


Foto 1: Paraninfo de la UNAN-León.


La UNAN-León nació de las entrañas del Colegio Tridentino Sn. Ramón, gracias a la iniciativa del Padre Agustín Ayestas, en aquellos años Rector del Seminario Conciliar mencionado, de transformarlo en universidad. Pese a que no pudo ver concretado su objetivo, la labor fue continuada y finalizada por su sucesor, el Obispo Nicolás García, quien logró el cometido en el año 1812, mediante un decreto de las Cortes de Cádiz. Aunque la instalación oficial de la universidad no se alcanzaría si no hasta cuatro años más tarde.   

La máxima Casa de Estudios del país, como también se le conoce a la UNAN-León, continúa siendo la oferta más atractiva dentro de la metrópolis para llevar a cabo los estudios universitarios, ofreciendo a través de sus seis facultades, 29 carreras de pregrado, 14 a nivel de licenciatura, 4 programas y más de 15 postgrados. En ella concurren estudiantes de prácticamente toda la nación, incluso de Managua, donde también tiene presencia la UNAN, entre otras casas superiores. Cada aspirante lleva su propia forma de hablar, sus costumbres regionales, sus tradiciones lugareñas, sus particulares formas de vestir, de divertirse, de estudiar, en fin, su propia manera de ver el mundo. Cada joven alberga en su alma la idiosincrasia del pueblo en que nació o ciudad desde la que viaja. Cuando llegan, como colonos foráneos deseosos de un espacio para asentarse, se esparcen por toda la ciudad, en busca de hospedaje, de alguna casa de asistencia, del asilo, ya sea de algún pariente, amigo o simplemente, de quien ofrezca ese servicio. Esto constituye sin lugar a dudas una fuente importante de ingresos para muchas de las familias leonesas que tienen la infraestructura mínima para acogerles en sus casas o habitaciones. De hecho la misma universidad, dispone de un internado para aquellos alumnos que lo solicitan a manera de beca. Año con año el cuerpo de la población leonesa se inflama con la fiebre de la juventud que los visita, lo cual es más evidente antes y poco después de la aplicación del examen de admisión. Ya que una vez presentado el mismo y publicados sus resultados, muchos de aquellos que no aprobaron, retornan a sus lugares, u otros intentan ingresar al resto de universidades existentes, ya sea en la misma ciudad universitaria o en el resto del país.


Foto 2: Campus Médico, UNAN-León.


En las casas de asistencia u hostales, a veces la relación entre los foráneos y la familia se vuelve afectiva. La gente leonesa por naturaleza es amable, gentil, servicial, afable y sincera en la expresión de sus sentimientos. Si un extranjero llega preguntando por alguna dirección, o por alguna playa, dígase “Las Peñitas” o “Poneloya”, con seguridad encontrará indicaciones apropiadas y bien intencionadas. No sucede lo que en otras ciudades, que bien pueden orientarlo en sentido contrario al destino procurado. Mis coterráneos también son personas bondadosas, que normalmente no comen frente a ti sin antes haberte convidado cortésmente. Incluso en el hogar más humilde es común este hermoso gesto, ahí, donde escasea el pan, donde el gallopinto es la constante del cada día, inclusive allí, será muy raro que alguien coma sin antes haber intentado compartirlo contigo. Ése es el tipo de personas que, generalmente, se encuentra el estudiante que se hospeda en las casas, apartamentos o habitaciones de León. La amistad puede volverse tan fuerte, que el inquilino llega a sentirse parte de la familia que lo recibe, y no por presunción o abuso de confianza, sino porque lo percibe así en el trato cálido que obtiene del dueño del inmueble y su familia. Cuando se trata de féminas, la señora de la casa puede hasta verlas como a hijas, y por tal razón, les aconseja y advierte sobre las consecuencias de aquellos actos que en el frenesí de la sensualidad experimentada en la juventud, “divino tesoro” dijo El Príncipe de las Letras, no se piensan con suficiente prudencia.


Foto 3: Casa colonial utilizada como hostal.
By El Bachi (ver referencias bibliog.)


El comercio culinario se ve muy favorecido con la presencia y movilidad de esta juventud. “No se puede estudiar con el estómago vacío”, dicen por allá. Lógicamente necesitan comer, y en la medida del bolsillo y de la ligereza o inercia para gastar que cada uno tenga, en la ciudad hay para todos los gustos. Quizás lo más común sea que los universitarios desayunen y cenen en la hostería, y merienden y almuercen (coman, en México) fuera de la misma, ya sea en el cafetín de la universidad, algún kiosko cercano a los recintos, en restaurantes, comiderías o en algún mercado próximo, al cabo las distancias en León son muy cortas. Pero… ¿qué opciones tienen para elegir? Nuevamente dependerá del gusto, capacidad financiera e incluso del tiempo que dispongan, pero pueden escoger entre comida típica nicaragüense, comida china, japonesa, gringa, italiana y mexicana, por nombrar algunas. Por otra parte, también disfrutan de la rica repostería que elaboran en las panaderías leonesas, donde hay más de una con muy buena reputación, y ya no se hable de tacos, cómo omitir los “Tacos de La Salle”! Llamados así porque se venden a la afueras del colegio, en su costado sur, sobre las aceras de la Calle Real, son un platillo típico muy sencillo pero delicioso. Pero mejor no me extiendo más con la comida que se degusta en León, porque ese sería otro tema aparte, para abordarle de forma merecida.

En los parques, plazas, bares y cafés te encuentras estudiantes conversando, “desmenuzando” algún tópico, haciendo tertulia, jugando cultura chupística, “romanceando” en el caso de las incipientes parejas, algunas de las cuales llegan hasta el altar, pese a que por ahí también se dice que “la novia del estudiante, no es la esposa del profesional”, cierto o no, no me compete emitir un juicio.

Uno de los eventos más esperados por la comunidad universitaria, y con una antigüedad de al menos media centuria, es la elección de la Chica CUUN (Centro Universitario), un certamen de belleza-festival en el que se elige a la chica mencionada a partir de una representante de cada facultad de la UNAN-León. Dentro de las actividades previas destacan un desfile de carrozas alegóricas en las vísperas del día de la elección, por las principales calles de la ciudad, con música, bailes, chicheros y demás elementos festivos que llevan toda la energía e ímpetu juvenil universitario al resto del pueblo leonés. El día del evento los desfiles en traje de baño, típico y de gala, se alternan con números culturales como bailes, cantos, pólvora, la “gigantona”, coplas, etc., culminando la celebración de la coronación con una gran fiesta en la que literalmente se “tira la casa por la ventana”, generalmente celebrada en el Campus Victoria. En fin, como dicen mis paisanos, es un verdadero bacanal!!!


Foto 4: Universitarios en las afueras del edificio
de la Facultad de Ciencias de la UNAN-León.


Otras de las universidades que contribuyen al sobrenombre de León como ciudad universitaria, son la UCAN, UCC, UDO y la recientemente abierta ULSA.

Siendo tan prestigiosa la UNAN-León, habiendo más universidades en la ciudad, siendo las distancias a recorrer relativamente cortas, la comida barata, la gente amable y servicial, los índices delincuenciales bajísimos, bien podrías preguntarte por qué no estudié en mi tierra natal, pero la respuesta a esa pregunta es otra historia…Solamente me resta recordarles a los estudiantes que desean estudiar en León que…

“Sic Itur  Ad Astra”

(por esta ruta hacia las estrellas), como se leía en el primer lema de la Máxima Casa de Estudios de Nicaragua.




Fuentes bibliográficas:


Fotografía No. 3, tomada por El Bachi: http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?p=56806077

2 comentarios:

Perdido en el desierto dijo...

Bien mi buen Win!!!!

saludos y observación...

el color negro del fondo me marea un poco cuando leó, se hace díficil la lectura...

saludos.

Win dijo...

Jajajajaja. Lo que pasa es que ese es mi color favorito, y en muchas de las revistas y artículos que leo sobre música, es muy común encontrarlo, y creo que ya me acostumbré a leer texto con ese tipo de fondo, pues nunca me he mareado, como tú. Pero es válida tu observación, muchas gracias, la tomaré en cuenta.