viernes, 28 de octubre de 2011

LO PAGANO DE LO CRISTIANO

En ocasión de la próxima "celebración" de la fiesta de Halloween o Noche de Brujas, leí en un muro de Facebook el siguiente comentario:

 ‎"7 Razones para no celebrar Halloween: 1. No es actividad cristiana, 2. No lo enseño JESUS, 3. Se rinde culto a Satanas, 4. Viola el 1 de los mandamientos, 5. Participar es ofensa grave para Jesús, 6. Contamina y esclaviza a los niños, 7. No es una tradición Nica, y en ese dia gente sin escrùpulos matan niños y animales para ofrecer su sangre al demonio. ¡¡Si realmente AMAS a JESUS ponlo en tu MURO!!".


...la verdad es que cada quien es libre de pensar y celebrar lo que quiera (en un estado aparentemente democrático), y lo que me causó más gracia de las 7 razones fue quizás la primera: "No es actividad cristiana". Es cierto, Halloween hunde sus raíces más profundas en la antigua cultura y religión celta; pero si de orígenes se trata, estrictamente hablando, el cristianismo en general, y la Iglesia Católica en particular, cuenta con una serie de creencias, ritos y celebraciones que no se pueden considerar como exactamente genuinas. Ejemplos de ello sobran, y solamente citaré tres: el mes mariano, la navidad y la resurrección de Cristo.

EL MES DE MAYO: MES DE MARÍA: En tu calidad de creyente algunas vez te preguntaste por qué los "padres" de la iglesia escogieron este mes y no otro para la veneración de la madre de Jesús? O lo has estado celebrando sin saber por qué? Cuando la iglesia cristiana empezó a tener mayor poder político trató a diestra y siniestra de cristianizar todos los ritos y fiestas paganas que aún prevalecían en aquellos días, sobre todo los más importantes y que obstaculizaban el esparcimiento de la buena nueva, la expansión de la nueva religión judeocristiana. Para los antiguos romanos, el mes de mayo suponía el triunfo y consagración de la Naturaleza, la Magna Mater, representada mitológicamente por la diosa Maya (en honor a la cual quizás se le dio el nombre a ese mes, según la opinión más autorizada), deidad de la fertilidad en general. A esta diosa se le hacían sacrificios públicos entradas las horas de luz del primero de mayo para propiciar la fertilidad de los campos. Debido a que la costumbre estaba muy arraigada, su cristianización fue muy lenta. Y no fue sino hasta el siglo XII y gracias a la escuela filosófica de Chartres que se elaboró una alegoría que terminaría identificando a esa Magna Mater con la virgen y madre, que es María. Un siglo después, el rey español Alfonso X el Sabio en su Cantigas llama a María "rosa de las rosas, flor de las flores", y asocia por primera vez y de una forma explícita el mes de mayo con la virgen madre; creía que las fiestas paganas de mayo -que seguían celebrándose- podían y debían ser santificadas mediante la devoción a María. Más tarde, en el siglo XVI, Sn. Felipe Neri, como reacción al espíritu paganizante del Renacimiento, promovió entre los jóvenes que adornaran la imagen de María durante el mes de mayo y cantaran sus alabanzas. Cabe mencionar que dominicos y jesuitas institucionalizaron esa forma de devoción escribiendo literatura en la que se dedicaba una oración para cada día del mes. Finalmente a mediados del siglo XIX dicha devoción ya se había difundido por toda la Europa Católica, y en especial por España, de donde pasó a América. Por lo tanto, la celebración "cristiana" del mes mariano tiene un origen y fundamento pagano.



LA NAVIDAD: o "fecha" de nacimiento del niño Jesús, es la fiesta cristiana que tiene más claros antecedentes paganos. Ningún tipo de evangelio (canónicos y apócrifos) indican cuándo nació Jesús. El evangelio de Sn. Lucas sugiere que el nacimiento debió ocurrir en época de tiempo más benigno que el 25 de diciembre, ¿por qué? Porque dicho texto bíblico menciona que "Había en aquella región algunos pastores que velaban de noche vigilando el rebaño", y en la Palestina de aquel tiempo el pastoreo se practicaba durante el buen tiempo, es decir, durante la primavera y el verano, y por tanto, si los pastores fueron testigos del nacimiento de Jesús, éste debió producirse durante tal época del año. De hecho el Evangelio Armenio de la Infancia sostiene que Cristo nació el 6 de enero y en abierta oposición al evangelio de Sn. Lucas afirma que "en aquel momento los pastores y boyeros no estaban porque era invierno. En base a esto, la Iglesia de Oriente celebró desde el siglo V, el nacimiento de Jesús el 6 de enero. Pero esta fecha no fue la única que se estableció o dispuso en la historia del cristianismo, también se propuso como fecha de navidad el 28 de marzo, el 18 de abril y el 29 de mayo. Pero entonces ¿cómo se explica que se celebre o haya propuesto el 25 de diciembre? En los albores del siglo III D.C., la religión romana pagana (de tipo politeísta) se había transformado en henoteísta, es decir, reconocía la existencia de varios dioses pero solamente uno era digno de adoración, un Dios Supremo -frecuentemente identificado con Júpiter- que era el creador de todo lo existente. 



Por otro lado, una nueva teología solar, importada de Siria y con base en el mitraísmo identificaba a ese Dios Supremo con el Sol. En Roma, el culto al Sol adquirió carta de naturaleza por obra de Caracalla cuando identificó a Apolo con Helios y fue creciendo al compás de la religión mitraica. El sucesor de Caracalla se proclamó sacerdote de ese dios solar y lo colocó nada más y nada menos que a la cabeza del panteón romano. Por su parte el Emperador Aureliano le dedicó, bajo la advocación de DEUS SOL INVICTUS, un templo en Roma entre los años 270 a 275 en el solar que hoy es la plaza de San Silvestre. 

La fiesta del Sol Invicto, que se celebraba con vistosas ceremonias y juegos en el circo, la fijó el mismo Aureliano el 25 de diciembre por dos motivos:

1) Porque pasado el solticio el "nuevo sol"  iba ascendiendo en el horizonte y se hacía perceptible el aumento de luz diurna.

2) Porque Mitra, dios solar, confundido a veces con el dios Sol Invicto y cuyo culto estaba tan extendido como el del cristianismo, había nacido un 25 de diciembre.

Con esto, el Emperador "mataba dos pájaros de un solo tiro", tratando de armonizar el politeísmo greco-latino con el monoteísmo del cristianismo y el mitraísmo. Lo cual, sumado a su posterior conversión al cristianismo, natural dentro del contexto político, llevó consigo un cambio de nombre de ese Dios Supremo; quien antes se llamaba Apolo o Helios, ahora pasaba a llamarse Cristo, Jesús.



El recién reconocido cristianismo veía en el culto a Mitra una verdadera amenaza, debido al enorme parecido del nacimiento de éste con Jesús y a que los primeros cristianos se sentían atraídos al dios pagano tanto por su misticismo en el culto al Sol Invicto como por la espectacularidad de las fiestas a él dedicadas. La iglesia, preocupada por la difusión de los cultos solares, decidió celebrar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, aprovechando dicho sea de paso, que profetas como Isaías y Malaquías, en numerosas ocasiones habían anunciado a Jesús como Luz y Sol. Y no puedo omitir que esa imagen de Jesús-Cristo-Sol Victorioso sigue estando presente en la vida cristiana actual. A principios del siglo XV San Bernardino de Siena comenzó a representar la Eucaristía como un círculo que emitía rayos brillantes y en cuyo interior estaban inscritas las letras JHS, anagrama de Jesús Hombre Salvador.

Y respecto a LA RESURRECCIÓN DE JESÚS, también hay numerosas fuentes históricas que registraron la  difusión que alcanzaron los cultos dedicados a Atis en Asia Occidental, el de Adonis en la región de Siria y el dios sumerio Tammuz. A todos los dioses anteriores se les atribuyen relatos similares a la resurrección de Jesús, pero mucho más antiguos que la resurrección de Cristo. Me encantaría comentar dos o tres casos, pero el tiempo por hoy se me acabó. 

Es curioso -y para algunos decepcionante y doloroso- conocer ese lado pagano de lo cristiano. No se conforme con todo lo que le digan ni repita como un autómata todo el tiempo. 

Bibliografía:

-"De dioses a santos" Domingo Domené Sánchez.
-"Creencias y ritos del misterio cristiano" Pedro Brosa Rocabert.