viernes, 28 de octubre de 2011

LO PAGANO DE LO CRISTIANO

En ocasión de la próxima "celebración" de la fiesta de Halloween o Noche de Brujas, leí en un muro de Facebook el siguiente comentario:

 ‎"7 Razones para no celebrar Halloween: 1. No es actividad cristiana, 2. No lo enseño JESUS, 3. Se rinde culto a Satanas, 4. Viola el 1 de los mandamientos, 5. Participar es ofensa grave para Jesús, 6. Contamina y esclaviza a los niños, 7. No es una tradición Nica, y en ese dia gente sin escrùpulos matan niños y animales para ofrecer su sangre al demonio. ¡¡Si realmente AMAS a JESUS ponlo en tu MURO!!".


...la verdad es que cada quien es libre de pensar y celebrar lo que quiera (en un estado aparentemente democrático), y lo que me causó más gracia de las 7 razones fue quizás la primera: "No es actividad cristiana". Es cierto, Halloween hunde sus raíces más profundas en la antigua cultura y religión celta; pero si de orígenes se trata, estrictamente hablando, el cristianismo en general, y la Iglesia Católica en particular, cuenta con una serie de creencias, ritos y celebraciones que no se pueden considerar como exactamente genuinas. Ejemplos de ello sobran, y solamente citaré tres: el mes mariano, la navidad y la resurrección de Cristo.

EL MES DE MAYO: MES DE MARÍA: En tu calidad de creyente algunas vez te preguntaste por qué los "padres" de la iglesia escogieron este mes y no otro para la veneración de la madre de Jesús? O lo has estado celebrando sin saber por qué? Cuando la iglesia cristiana empezó a tener mayor poder político trató a diestra y siniestra de cristianizar todos los ritos y fiestas paganas que aún prevalecían en aquellos días, sobre todo los más importantes y que obstaculizaban el esparcimiento de la buena nueva, la expansión de la nueva religión judeocristiana. Para los antiguos romanos, el mes de mayo suponía el triunfo y consagración de la Naturaleza, la Magna Mater, representada mitológicamente por la diosa Maya (en honor a la cual quizás se le dio el nombre a ese mes, según la opinión más autorizada), deidad de la fertilidad en general. A esta diosa se le hacían sacrificios públicos entradas las horas de luz del primero de mayo para propiciar la fertilidad de los campos. Debido a que la costumbre estaba muy arraigada, su cristianización fue muy lenta. Y no fue sino hasta el siglo XII y gracias a la escuela filosófica de Chartres que se elaboró una alegoría que terminaría identificando a esa Magna Mater con la virgen y madre, que es María. Un siglo después, el rey español Alfonso X el Sabio en su Cantigas llama a María "rosa de las rosas, flor de las flores", y asocia por primera vez y de una forma explícita el mes de mayo con la virgen madre; creía que las fiestas paganas de mayo -que seguían celebrándose- podían y debían ser santificadas mediante la devoción a María. Más tarde, en el siglo XVI, Sn. Felipe Neri, como reacción al espíritu paganizante del Renacimiento, promovió entre los jóvenes que adornaran la imagen de María durante el mes de mayo y cantaran sus alabanzas. Cabe mencionar que dominicos y jesuitas institucionalizaron esa forma de devoción escribiendo literatura en la que se dedicaba una oración para cada día del mes. Finalmente a mediados del siglo XIX dicha devoción ya se había difundido por toda la Europa Católica, y en especial por España, de donde pasó a América. Por lo tanto, la celebración "cristiana" del mes mariano tiene un origen y fundamento pagano.



LA NAVIDAD: o "fecha" de nacimiento del niño Jesús, es la fiesta cristiana que tiene más claros antecedentes paganos. Ningún tipo de evangelio (canónicos y apócrifos) indican cuándo nació Jesús. El evangelio de Sn. Lucas sugiere que el nacimiento debió ocurrir en época de tiempo más benigno que el 25 de diciembre, ¿por qué? Porque dicho texto bíblico menciona que "Había en aquella región algunos pastores que velaban de noche vigilando el rebaño", y en la Palestina de aquel tiempo el pastoreo se practicaba durante el buen tiempo, es decir, durante la primavera y el verano, y por tanto, si los pastores fueron testigos del nacimiento de Jesús, éste debió producirse durante tal época del año. De hecho el Evangelio Armenio de la Infancia sostiene que Cristo nació el 6 de enero y en abierta oposición al evangelio de Sn. Lucas afirma que "en aquel momento los pastores y boyeros no estaban porque era invierno. En base a esto, la Iglesia de Oriente celebró desde el siglo V, el nacimiento de Jesús el 6 de enero. Pero esta fecha no fue la única que se estableció o dispuso en la historia del cristianismo, también se propuso como fecha de navidad el 28 de marzo, el 18 de abril y el 29 de mayo. Pero entonces ¿cómo se explica que se celebre o haya propuesto el 25 de diciembre? En los albores del siglo III D.C., la religión romana pagana (de tipo politeísta) se había transformado en henoteísta, es decir, reconocía la existencia de varios dioses pero solamente uno era digno de adoración, un Dios Supremo -frecuentemente identificado con Júpiter- que era el creador de todo lo existente. 



Por otro lado, una nueva teología solar, importada de Siria y con base en el mitraísmo identificaba a ese Dios Supremo con el Sol. En Roma, el culto al Sol adquirió carta de naturaleza por obra de Caracalla cuando identificó a Apolo con Helios y fue creciendo al compás de la religión mitraica. El sucesor de Caracalla se proclamó sacerdote de ese dios solar y lo colocó nada más y nada menos que a la cabeza del panteón romano. Por su parte el Emperador Aureliano le dedicó, bajo la advocación de DEUS SOL INVICTUS, un templo en Roma entre los años 270 a 275 en el solar que hoy es la plaza de San Silvestre. 

La fiesta del Sol Invicto, que se celebraba con vistosas ceremonias y juegos en el circo, la fijó el mismo Aureliano el 25 de diciembre por dos motivos:

1) Porque pasado el solticio el "nuevo sol"  iba ascendiendo en el horizonte y se hacía perceptible el aumento de luz diurna.

2) Porque Mitra, dios solar, confundido a veces con el dios Sol Invicto y cuyo culto estaba tan extendido como el del cristianismo, había nacido un 25 de diciembre.

Con esto, el Emperador "mataba dos pájaros de un solo tiro", tratando de armonizar el politeísmo greco-latino con el monoteísmo del cristianismo y el mitraísmo. Lo cual, sumado a su posterior conversión al cristianismo, natural dentro del contexto político, llevó consigo un cambio de nombre de ese Dios Supremo; quien antes se llamaba Apolo o Helios, ahora pasaba a llamarse Cristo, Jesús.



El recién reconocido cristianismo veía en el culto a Mitra una verdadera amenaza, debido al enorme parecido del nacimiento de éste con Jesús y a que los primeros cristianos se sentían atraídos al dios pagano tanto por su misticismo en el culto al Sol Invicto como por la espectacularidad de las fiestas a él dedicadas. La iglesia, preocupada por la difusión de los cultos solares, decidió celebrar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, aprovechando dicho sea de paso, que profetas como Isaías y Malaquías, en numerosas ocasiones habían anunciado a Jesús como Luz y Sol. Y no puedo omitir que esa imagen de Jesús-Cristo-Sol Victorioso sigue estando presente en la vida cristiana actual. A principios del siglo XV San Bernardino de Siena comenzó a representar la Eucaristía como un círculo que emitía rayos brillantes y en cuyo interior estaban inscritas las letras JHS, anagrama de Jesús Hombre Salvador.

Y respecto a LA RESURRECCIÓN DE JESÚS, también hay numerosas fuentes históricas que registraron la  difusión que alcanzaron los cultos dedicados a Atis en Asia Occidental, el de Adonis en la región de Siria y el dios sumerio Tammuz. A todos los dioses anteriores se les atribuyen relatos similares a la resurrección de Jesús, pero mucho más antiguos que la resurrección de Cristo. Me encantaría comentar dos o tres casos, pero el tiempo por hoy se me acabó. 

Es curioso -y para algunos decepcionante y doloroso- conocer ese lado pagano de lo cristiano. No se conforme con todo lo que le digan ni repita como un autómata todo el tiempo. 

Bibliografía:

-"De dioses a santos" Domingo Domené Sánchez.
-"Creencias y ritos del misterio cristiano" Pedro Brosa Rocabert.

miércoles, 31 de agosto de 2011

UN TAL PELEO

Peleo: bien podría ser la conjugación en tiempo presente de la primera persona del verbo "pelear", sin embargo, Peleo -con mayúscula- es otra cosa totalmente diferente. Bueno, no cosa, más bien, un personaje -ficticio, por cierto- de la riquísima mitología griega, de cuyas aguas también se nutrió la romana.

No profundizaré en el origen de Peleo, ya que temo suceda lo mismo que con otros mitos griegos: hay varias versiones acerca de quien era su padre o su madre, que si nació en tal pueblo, que si fue en otro, etc. Lamentablemente, los poetas y escritores griegos que difundían los mitos en aquellos tiempos, no se ponían de acuerdo respecto a una sola versión, y actualmente suelen disponerse de varios orígenes de un mismo personaje. Y qué mejor ejemplo que el origen de Afrodita (la Venus romana), que según una versión era hija del todopoderoso Zeus y de Dione (una titánide según Apolodoro, o una pléyade según Higino, ¿quién da mas?), pero la versión más aceptada por los estudiosos del tema, es que era hija de un único dios: Urano, cuyo "cariñoso" hijito, Cronos, le cortó los órganos genitales y los arrojó al mar. Las corrientes los fueron arrastrando constantemente y se fue acumulando una espuma blanca dentro de una concha hasta que se formó de manera fantástica una mujer: Afrodita.

Afrodita, surgida de la espuma del mar.

Pero volviendo con el bastante desconocido Peleo, les contaré que, según el mito, una hermosa noche de luna llena vio en la orilla del mar a la bellísima Tetis, y se enamoró de ella (al parecer entre los dioses y mortales griegos el amor a primera vista era muy común). Pero cómo sabemos que era "bellísima"?, bueno, eso lo supose yo, porque si dos de los dioses cosmogónicos más poderosos, Zeus y su hermanito Poseidón, la habían pretendido, no creo que fuera  solamente por su belleza "interior". Pero el destino, personificado en las Moiras, esta vez no le daría gusto a ninguno de esos dioses mayores y favorecerían, milagrosamente, a un mortal. Quién sería el afortunado? Ningún otro más que Peleo. Y ni modo, los concupiscentes dioses tuvieron que hacerse a un lado.

Pero el mortal aún no la tenía fácil. Tetis era una diosa, y no se dejaría seducir (o más bien atrapar) sin dificultad. Para esto, el gran Peleo hizo lo que uno debería hacer cuando no sabe cómo conseguir algo: pedir consejo a quien sí sepa, dejando del lado el orgullo y la soberbia. Y su apoyo lo encontró en el centauro Quirón, quién le reveló que para que la codiciada diosa pudiera ser suya, tendría que tomarla FUERTEMENTE de las manos y NO LA SOLTARA, pasara lo que pasara. Me pregunto si este tipo de consejos, contenido en las historias de antaño, de alguna manera alentaron la violencia y/o violación sufrida por las mujeres, tan común en la época romana (en que el soldado romano no preguntaba ni cortejaba, en su lugar tomaba a la fuerza). Pero bien, Quirón sabía por qué lo decía y ésto fue precisamente lo que hizo Peleo. La tomó fuertemente y la diosa ipso facto acudió a sus poderes divinos para librarse, convirtiéndose en diversos elementos y animales. Según algunos mitógrafos, la diosa se transformó primero en fuego (no se quemaría las manos el tal Peleo?), y en vista que este hostinado hombre no la soltaba, se convirtió en serpiente (técnica que aún hoy en día parecen utilizar algunas: son muy resbaladizas!). Pero tampoco la soltó en su forma reptil, y entonces se transformó en un león (te imaginas luchando solamente con las manos ante esa bestia?), y el fortachón de Peleo no la liberaba de sus brazos. Entonces Tetis se transformó en agua, pero fue inútil, no pudo escaparse del abrazo hermético del mortal (aunque no concibo cómo podrías apretar fuertemente a una mujer de agua). Total, la diosa se dio por vencida. Ya estaba cansada y bien magullada, y no tuvo más que ceder a los favores solicitados por Peleo. Se casaron en una pomposa boda, en la que se produjeron los eventos que desatarían la Guerra de Troya, pero esa es otra historia, mucho más conocida y popular que la de Peleo.

Bodas de Tetis y Peleo, por Abraham Bloemaert

Moraleja? Luchar incansablemente por lo que se quiere hasta conseguirlo? Ser insistente y terco como Peleo? Siempre recordaré una de la veces que insistí con demasía para conquistar un corazón "salvaje", la historia no terminó bien. Cuidado con la lucha insansable por causas perdidas, puede convertirse en una victoria pírrica, tan común y muchas veces desapercibida. Ya otro día les escribiré sobre lo "pírrico".






sábado, 20 de agosto de 2011

SILVIO DENTRO DE LOS BÚNKERS

No tengo las palabras exactas para describir mi gusto por la música de Silvio Rodríguez. Letra y música. El cantautor cubano es poeta y filósofo. Expresión de revolución y romanticismo. Expresión de cambio. Expresión de libertad de pensamiento. 



Las primeras veces que lo escuché fue en mis años de universitario, en el ocaso de los '90s. No sé si era coincidencia, pero a menudo, cuando entraba a algún cibercafé, los encargados del local tenían tocando la música del gran Silvio. 

Habrá a quien no le guste su voz, o su música, pero algo que considero casi indiscutible es la calidad de su lírica. Sus canciones no tienen "algo" qué decir, en realidad tienen mucho qué decir, y de qué manera!. A diferencia de muchas canciones actuales -y tantas otras del pasado-, las letras vertidas sobre el papel y emanadas de la prolífica mente creadora de Silvio son, en su mayoría, extraordinarias. Con una temática diversa, sea ya de contenido revolucionario, de amor o incluso fantástico y mitológico, las letras de sus canciones tienen un contenido muy rico.

En lo particular, considero como verdaderas obras maestras, canciones como "De la ausencia y de ti, Velia", "Unicornio", "Angel para un final", "Quién fuera", "La era está pariendo un corazón", "Canción del elegido", "Ojalá", "Te doy una canción", "Fábula de los tres hermanos", "Debo partirme en dos", "Canción urgente para Nicaragua", "Canción de navidad", "Por quien merece amor" y "La maza", entre otras.


MÚSICA LIBRE, es el disco tributo al compositor cubano, realizado por la banda chilena Los Búnkers, y producido en 2010 en tierras mexicanas por el guitarrista, tecladista, cantante y programador de Café Tacvba, Emmanuel "Meme" del Real. El album a nivel general está bien. Es una versión rockera de la trova de Silvio, a mi humilde parecer, bien lograda, sobre todo en las adaptaciones de "Angel para un final", "La era está pariendo un corazón", y la más destacable: "Quién fuera", el mejor cover para mi gusto, sencillamente excelente.


Quizás a los "puristas" seguidores de Silvio no les agrade en lo absoluto esta interpretación de los chilenos, pero creo que se debe escuchar, para quien lo desee, de una forma abierta, con una óptica libre y relajada. 

Sólo espero que las nuevas generaciones que escuchen algunas de estas canciones en la radio no vayan a creer que los temas son inéditos de Los Búnkers, como actualmente sucede con tantos covers. Si bien las versiones pasaron mi "tamiz musical", lo último que deberíamos hacer es olvidarnos de quién merece el crédito y admiración por estas magníficas composiciones: el maestro Silvio Rodríguez.

Aquí la versión de "Quién fuera", de Los Bunkers:








jueves, 14 de julio de 2011

POR QUÉ VER ELFEN LIED?

No hace falta ser aficionado al ánime nipón para disfrutar de la serie Elfen Lied. Yo no lo soy. Sin embargo, hay muy buenas razones para recomendar esta serie animada para adultos.



En principio, la trama está cimentada sobre una historia muy buena -que conste que no digo original-, la cual no detallaré para no echarte a perder parte del gusto si te decides a verla. Pero Mamoru Kanbe, director de la obra, la va relatando "a cuentagotas", regresando al pasado y retornando al presente, meciéndote en un columpio temporal que gradualmente te permite armar el rompecabezas de la misma. Está aderezada con elementos de ciencia ficción que en lugar de arrojarnos a un "mundo ficticio y surreal", toca varios temas de interés social, muchos de los cuales aún sin resolver y polémicos, como la bioética, el poder de la ciencia sobre la humanidad, los riegos al desarrollar ciertos proyectos científicos que puedan salirse de control y poner en peligro la continuidad del hombre en el planeta.



La protagonista principal, la bella diclonius Lucy, no representa el papel del héroe o heroína tradicional, y tampoco me atrevería a catalogarla como una antiheroína. A pesar de su brutalidad con la humanidad, como parte de su naturaleza, es un ser que comparte una doble personalidad: una dulce e inocente, y otra sádica y perversa. Y de alguna forma, esta dualidad constituye uno de sus principales atractivos, puesto que su faceta inofensiva  se ve envuelta en episodios cómicos matizados con un poco de erotismo-el cual nunca raya en lo vulgar ni pornográfico-, y en cambio su comportamiento maligno genera interrogantes respecto a su causa, en cuyo fondo habita una víctima, tal como sucede con muchos asesinos y depravados, que en algún momento de su vida sufrieron traumas que les volvieron indolentes con el resto de la personas, y en especial con sus desafortunadas víctimas.



Pero en la serie también hay lugar para el amor. Pero qué tipo de amor? Pues diría que el amor en algunas de sus múltiples variantes: amor romántico, amor filial, amor al prójimo -aún al extraño-, y a éste último me referiré, porque es uno de los que más me llamó la atención, ya que es un amor desinteresado que poco se ve en la sociedad actual. En el ánime hay un personaje noble que se compadece del necesitado, del falto de techo y comida, pero sobre todo, del carente de cariño y protección, del solo, del huérfano. La sensibilidad social, humana. Es uno de los mejores valores que percibí se promovía en la historia. 

También se expone la vida familiar, aunque no el modelo tradicional, en donde se deja claro que todos deben ayudar con las tareas de la casa, cada quien es y puede ser útil. Hay un sentimiento de compañerismo y hermandad que a veces es difícil de asimilar entre los hermanos (as) que viven bajo el mismo techo.

Además, desfilan otros personajes movidos únicamente por razones egoístas o sentimientos obsesivos, como el mercenario que se la pasa tratando de asesinar a Lucy, pese al inmenso poder que ésta tiene y al daño que le infringe en su primer encuentro. Es admirable su esfuerzo constante por cumplir con la resposabilidad contraída? O es despreciable su obsesión enfermiza por acabar esa hercúlea tarea? Hasta dónde debemos llegar para finalmente alcanzar un objetivo propuesto? Vale la pena arriesgarlo todo? A qué precio? A quién le gustan las victorias pírricas? Aún más importante, quién las reconoce?



La vida o la muerte, son dos temas cruciales en la historia, aunque a mi parecer no los principales. La decisión de dejar vivir o arrebatarle la vida a alguien es una constante en cada uno de los trece capítulos, lo que hace alusión a tópicos tan polémicos como el aborto o la eutanasia, aún sin resolver en muchas partes del mundo. La vida de algunas personas, tanto en la serie como en la realidad en la que vivimos, parece pender de un hilo, y algunas se toman sin más, en un abrir y cerrar de ojo, de la manera más sangrienta y brutal. Ficción? No, sabemos que no. La violencia del ánime en cuestión puede traer más violencia a los que la vean? Creo que no, porque en principio está dirigida a un público adulto -y dizque con cierto grado de madurez- y en segundo lugar, no incita al homicidio ni lo celebra. 

Otro mensaje que se "lee entre lineas" es la consecuencia de no elegir el bien mayor, aún cuando tengas que lastimar a un ser querido, aún cuando te duela hacerlo. Son temas difíciles de tratar y sobre todo, de resolver. Cuántos de nosotros seríamos capaces de matar a un ser amado para evitar que éste dañe sin compasión a muchísima gente? O cuántos lo aislaríamos del resto del mundo para que no contagie a la humanidad de una enfermedad mortal? Cuántos acabaríamos con su vida en el umbral de su existencia para evitarle futuras tribulaciones?


La mentira es parte fundamental de la historia, y curiosamente se trata de una mentira "piadosa", de esas que creemos no hacen mal a nadie, y son concebidas con el propósito de no herir los sentimientos del otro. Un "pequeña e inofensiva mentira" desencadena el curso de la historia de los personajes. Quién lo diría!

Es este tipo de preguntas -y muchas más- que puede inferirte el corto pero apasionante ánime llamado Elfen Lied, cuyo soundtrack es de una exquisitez musical de primera.

domingo, 19 de junio de 2011

¿EL OMBLIGO NOS HACE IMPERFECTOS?

Históricamente fue un signo de la centralidad de la estirpe humana. Al ser el centro del cuerpo del hombre, lo era también del universo, según los antiguos griegos. En otras civilizaciones era reflejo de fertilidad y longevidad. Por otra parte, algunas culturas mexicanas precolombinas consideraban que tenía poderes mágicos. Los aztecas solían enterrarlo en el campo de batalla creyendo que así el niño sería un buen guerrero; en Australia las madres los tiraban al mar esperando que sus hijos fuesen grandes nadadores; mientras en Angola se cortaba con azadón para que cuando el niño se convirtiera en adulto fuera un hábil agricultor. Se dice que no hay dos iguales. Les hablo del cordón umbilical o, más específicamente, de su evidencia posterior en todos los mamíferos: el ombligo.

En la segunda semana de este año tuvo gran difusión en los medios de comunicación, principalmente internet, una nota periodística sobre la polémica que desató un comercial en el que la modelo brasileña Fernanda Vasconcellos, vestía un bikini y para sorpresa de muchos, NO TENÍA OMBLIGO!!! Algunos se quejaron del “retoque” que le dieron los programas de diseño –aunque con el cuerpo que luce me parece sumamente innecesario preocuparse por esa ínfima parte de su cuerpo- y según la web, la pregunta qué más se hicieron los twitteros fue ¿dónde está el ombligo de Fernanda Vasconcellos? Insisto, por qué tanta atención en ese detalle. De hecho algunos piensan que esa “ligera alteración” a la imagen de la chica fue hecha adrede para llamar la atención y así todos corrieran a ver el video, lo que por lo visto, sí funcionó.


Por otra parte, si realmente su ombligo está muy feo, ¿se lo borrarían tratando de “perfeccionar” su escultural cuerpo? Y de aquí deriva mi mayor inquietud al respecto, ¿el ombligo nos hace imperfectos? Sí, lo sé, puede parecer una pregunta estúpida, y bastante. Pero no tan descabellada como para que fuera ignorada por teólogos, filósofos y científicos desde hace muchos siglos. “Polémicas” como la de este año, no se comparan en nada con las surgidas en diferentes períodos de la historia, y creo que nadie lo reseña mejor que el escritor Martín Gardner en su libro “¿Tenían ombligo Adán y Eva?”, precisamente en su primer capítulo, Evolución contra Creacionismo.

El libro inicia así: “Si alguna vez se encuentra usted en compañía de un fundamentalista, puede provocar una divertida argumentación planteándole una sencilla pregunta: ¿tenían ombligos Adán y Eva? Para los que creen que la Biblia es históricamente exacta, ésta no es una pregunta trivial. Si Adán y Eva no tenían ombligo no eran seres humanos perfectos-al parecer los que le "borraron" el ombligo a la modelo piensan lo contrario-.Pero si los tenían, entonces los ombligos implicarían un nacimiento con parto que ellos jamás experimentaron.” Si carecer de ombligo es signo de imperfección, entonces Adán y Eva eran “imperfectos” en ese sentido, ya que suena un tanto absurdo que tuvieran un ombligo, vestigio de un cordón umbilical que nunca existió; y eso deriva en que la “máxima” creación de Dios –el hombre- era imperfecta. ¿Será que los que se quejaron en twitter lo hicieron porque conciben a una mujer sin ombligo como imperfecta?


Esta discusión es llamada “la peor disputa teológica”, en el libro The Best, Worst and Most Unusual, escrito por Bruce Felton y Mark Fowler en 1994. Los autores cuentan que en 1646 sir Thomas Browne, opinó que la primera pareja debía poseer abdómenes perfectamente lisos.

Posteriormente, en 1752, se publicó en Alemania un tratado “definitivo” sobre este tema, en el cual el Dr. Christian Tobías Ephraim Reinhard, concluía lo mismo que sir Thomas Browne: Adán y Eva no tuvieron ombligo. Pero si esta había sido la conclusión, ¿por qué en la Edad Media y el Renacimiento, muchos cuadros sí exhibían a los tortolitos con ombligo, incluso en el corazón mismo de la Capilla Sixtina, en los frescos de Miguel Ángel? ¿Y por qué casi todos los artistas de épocas posteriores siguieron su ejemplo?

Por otra parte, en 1857 hubo otro intento por explicar la presencia de ombligos en Adán y Eva, y se vio materializada en el libro del zoólogo británico Philip Henry Gosse, titulado “Omphalos: An Attempt to Unite the Geological Knot” (Ónfalo: un intento de unir el nudo geológico). ¿Pero qué es un ónfalo? Empecemos aclarando que Omphalos es una palabra griega que significa ombligo. El problema con Gosse es que aparte de ser un zoólogo, era un fundamentalista religioso de la secta Hermandad de Piymouth, por tanto sabía que los fósiles de animales y plantas indicaban la existencia de vida muchísimo antes de los tiempos de Adán y Eva, y a la vez estaba convencido que todo el universo se había creado en los seis días que señala el Génesis. Él se preguntaba si existía alguna forma de armonizar esta clara contradicción entre el primer libro de la Biblia y el registro fósil, y se le ocurrió lo que a Jorge Luis Borges llamaría tiempo después una idea de “monstruosa elegancia”. En pocas palabras la idea de Gosse era que si Dios había creado la Tierra, tal como lo cuenta el Génesis, lo hizo como una “empresa en movimiento”. Es decir que la creó con muchísimas cosas que dan testimonio de acontecimientos geológicos del pasado que en realidad nunca ocurrieron. Los colmillos de un elefante revelan sus fases de crecimiento anteriores, la tortuga añade láminas a su caparazón, los árboles presentan los anillos anuales de crecimiento, lo mismo que Adán y Eva tenían huesos, dientes, uñas, pelo, ombligo y toda clase de órganos que contenían evidencia de un crecimiento anterior, que en realidad nunca ocurrió, porque “apenas habían sido creados por Dios”.  Pero entonces -se pregunta Gardner-, ¿el ombligo del hombre creado tenía como único propósito engañarle para que creyera que había tenido padres? Tal como lo expuso Gosse, podemos incluso suponer que Dios creó el mundo hace tan sólo unos minutos, con todas sus ciudades y registros, y con recuerdos en las mentes de las personas, y no existe una manera lógica de refutar esto como una teoría posible. Respecto al libro, “tanto ateos como cristianos lo miraron, se echaron a reír y lo tiraron” escribiría años después el hijo de Gosse.

Yo suponía que ningún creacionista actual podría tomarse en serio el Omphalos, pero me equivoqué, comenta Gardner. En marzo de 1987 la revista Des Moines Sunday Register publicó la carta de un lector que argumentaba que la existencia de una supernova de un millón de años de antigüedad contradecía la idea de que Dios creó todo el universo hacia el año 4000 A.C. En el mes de abril la revista respondía a la misiva de la siguiente manera:

“Con respecto a la carta de John Patterson sobre la supernova como hecho científico bien documentado: ¡Pues claro que sí! Sin embargo, él no puede demostrar la evolución excepto mediante pruebas circunstanciales, y los creacionistas no pueden demostrar la creación  excepto mediante la palabra de Dios.

Ser cristiano exige un importante elemento llamado fe…Sí, creo que Dios creó el mundo en seis días. También creo que en un solo día creó árboles ya crecidos que contenían anillos que cualquier científico aseguraría que llevaban allí años. Creó depósitos de petróleo en las profundidades de la tierra, que la naturaleza tardaría millones de años en procesar. Colocó fósiles acuáticos tierra adentro, y creó explosiones de estrellas para que nos maravillaran en el siglo XX…”

Respecto a por qué la velocidad de la luz parece demostrar la existencia de galaxias tan alejadas de la Tierra que su luz ha tardado millones de años en llegar hasta nosotros, algunos creacionistas actuales insisten en que Dios creó el universo con la luz de estas lejanas galaxias ya en camino. A Gosse le habría encantado este argumento, si hubiera sabido que existían las galaxias, finaliza Gardner.



Fuentes bibliográficas:

Documental “Para qué sirve el ombligo” dirigido por Eduard Punset.
 “Escandaliza modelo sin ombligo en comercial televisivo.” El Gráfico, Ciudad de México, miércoles 12 de enero de 2011.
“¿Tenían ombligo Adán y Eva?” Martin Gardner. 2000.


sábado, 11 de junio de 2011

SI HUBIERA UN RETORNO



No sé por qué estoy aquí, con usted,
le adelanto que no traigo un solo óbolo.
Al parecer estoy a vuestra merced.

Algunas veces es tan repentino-dijo el anciano-
que no alcanzan a reparar en ello ¡tontos humanos!.
Pero no te preocupes, vagarás una centuria
por esta orilla hasta que yo regrese, alma espuria.

¡Espera! ¡No te vayas! Hablemos…
aún no estoy seguro de estar muerto o vivo,
sólo te pido me escuches antes de irte o darme los remos.




Mientras caminaba por aquí,
trataba de identificar este inhóspito lugar,
pero ha sido en vano, jamás lo había pisado,
he muerto, ¿no es así?

El arisco viejo no contestó nada.
Medio sonrió, maliciosamente.
Estaba todo escrito en su esquiva mirada,
Nunca se debería preguntar lo que es evidente.

Recordando el pasado-continuó el infeliz-
me he encontrado con la sorpresa
del engaño ingenuo en el que he vivido,
de la ignorancia, víctima, ¡fácil presa!
La verdad siempre estuvo ahí,
tan latente, recóndita, oculta,
y ahora resulta
que pude haber sido
un mejor hombre, y no lo fui,
sólo me perdí, realmente no viví.

¿Por qué siempre pospuse todo
creyendo que se arreglaría de algún modo?
Deudas que no pagué,
problemas que nunca resolví,
heridas que jamás curé,
necesidades que no vi,
dolores que solamente alivié.

El después fue una fácil solución,
era más sencillo el “mientras tanto”
llegué a conformarme con el “por ahora”,
evité enfrentarlo conteniendo el llanto,
fui un cobarde, me aplastó el espanto
y la buena intención se resignó
con lo poco que le quedó.
Es absurdo llegar al final
de la vida quejándome de lo que no conseguí,
es tonto si siempre actué igual,
si no luché, sólo lo consentí,
la sociedad no tiene idea de cuán nocivo
es el paternalismo,
esa espera mediocre
de que alguien más te resuelva los problemas,
es como pretender obtener oro a partir del ocre.

Tuve la dicha entre mis dedos
y no percaté cómo se escurría entre ellos,
como todos esos sueños que nunca alcancé
a causa del miedo,
 de la apatía o del no puedo.

Ciertamente no vi el sentido real de las cosas,
la pequeñez nubló la realidad
y la vida que pudo ser bella y hermosa,
se quedó en un montón de ilusiones
sin concretar,
a las personas que en verdad se lo merecían
no las llegué a amar.

Ojalá pudiera decirte que fui feliz,
que hice lo que debí,
que callé lo que ofendía,
apunté donde debía,
corrí cuando lo ameritaba
y me detuve si me necesitaban,
que alcé la voz si no me escuchaban,
reclamé cuando abusaban,
defendí al inocente,
protegí a los míos
y respeté a los extraños,
que ayudé a la gente,
y traté de no hacerle daño,
que no fui hipócrita con el pudiente
ni tacaño con el pordiosero,
que no fui cizaña si no puente
entre los nacionales, y de igual trato con los extranjeros.




Si no te importa,
te pediré, te rogaré que me dejes regresar
con el poco aliento que aún mi alma porta,
pues siento que parezco despertar,
y te propongo un borrón y cuenta nueva,
prometo empezar otra vida,
ahora que he entendido esta prueba.


No sabes cómo quisiera poder decirte
que la mujer que amé fue mía,
que siempre le dije
lo que mi corazón sentía,
lo que todavía siente…
y ojalá leas en mi hoja de vida, la que no miente,
“he sido feliz, ya no temo más a la muerte.”
Es este mi sermón del monte.
¡Tirad los dados! ¡Echad mi suerte!
Mi alma ahora está a tu merced, navegante del Aqueronte!

El silencio.

Y al cabo de unos minutos…

Está bien –dijo a secas el senil-, te concederé lo que me has pedido.
Vete e intenta mejorar lo que resta,
y no es que me hayas convencido.
Entérate que jamás sabrás todas las respuestas,
no eres más que un Sísifo en busca del sentido.




Dicho esto, el viejo calló. Ya no pronunció palabra alguna,
sonrió sarcásticamente, y prosiguió su viaje
hasta encontrar otras almas,
continuó eligiendo o rechazando, una a una,
lentamente, apenas rompiendo el silencio y la calma
de aquel lúgubre y triste río,
mientras tanto y sin saber cómo, yo partía hacia un nuevo desafío,
un nuevo horizonte,
volvía a la vida, lejos del viejo Caronte.

martes, 7 de junio de 2011

APOTEOSIS DE LOS NÚMEROS (PARTE DOS)

(FINAL)


Nota: Antes de leerla, te recomiendo leer la primera parte, aquí el link: APOTEOSIS DE LOS NÚMEROS

-Triviales son sus explicaciones, razonamientos y cavilaciones! -interrumpió el Sr. TRES- Yo no necesito decir mucho para demostrarles mi supremacía. Simplemente soy un número sacro, el más sagrado de todos. Así lo considerarán los pueblos más antiguos de la humanidad. Seré el más venerado entre los celtas, esenios, asirios, caldeos, egipcios, griegos, romanos y judíos; y un poco más tarde en la India, China y demás pueblos civilizados. Tres serán los dioses más importantes para las principales civilizaciones. La mitología romana –una copia nada disimulada de la griega- dividirá al Imperio del mundo entre sus tres dioses: Júpiter, como dios de los cielos; a Neptuno como señor de los mares, y Plutón como el tirano del inframundo o infierno. Además confiarán el hilo de los existencia humana –su destino- a tres parcas: Nona, Décima y Morta. Por su parte los egipcios tendrán a Isis, Osiris y Horus. Los hindúes a Brahama, Vishnú y Shivá. Entre los escandinavos contarán con Odín, Vile y Ve. Los godos venerarán a Wotam, Freya y Thor. Los aztecas tendrán a Huitzilopochtli, Tlaloc y Texcatlipoca. Y finalmente, entre los católicos se adorará a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, aunque insistan es que se trata de un solo dios. Además tres serán los fundadores de las religiones más grandes del mundo: Moisés, Jesús y Mahoma. Cabe mencionar que dentro de la religión católica, seré un número particularmente llamado a recordar algún evento crucial: tres serán los magos que viajarán desde muy lejos para adorar al niño Jesús, los que le obsequiarán tres regalos: oro, incienso y mirra. Tres de los discípulos del Mesías le ofenderán de alguna manera: Pedro lo negará tres veces antes que cante el gallo en igual número de ocasiones, Judas lo venderá por treinta monedas de plata y Tomás dudará que hubiese resucitado. Además, según la Biblia, Jesús no morirá solo. Ese día serán tres los crucificados: Él y dos ladrones, Dimas y Gestas. Tres serán los clavos que perforarán el cuerpo de cada uno, sobre tres cruces que se alzarán en la cima del Gólgota. El Hijo de Dios palestino morirá a las tres de la tarde y resucitará al tercer día. Si aún con todo esto dudan de mi carácter sacrosanto, he de agregar que también seré tomado como el número Perfecto gracias al filósofo Platón, quien me considerará como la imagen del Ser Supremo en sus tres personalidades: la material, la espiritual y la intelectual, elementos que también determinan a la unidad hombre. Otro gran pensador que nacerá entre los griegos, Aristóteles, también me reconocerá como el que contiene en sí al Principio, al Medio y al Fin, símbolo de la perfecta armonía. El tiempo será dividido en tres partes: presente, pasado y futuro; los periodos del día serán tres: mañana, tarde y noche; así como tres son las capacidades intelectuales en el hombre: la memoria, el entendimiento y la voluntad. Tres aspectos son esenciales en su vida: el cuerpo, el alma y el espíritu. Tres son las cualidades esenciales del Ser Supremo: infinito, eterno y todopoderoso. Tres son los colores primarios: el amarillo, el azul y el rojo. En física, los estados naturales propios de los cuerpos también son tres: sólido, líquido y gaseoso. En la naturaleza existen tres reinos: el animal, el vegetal y el mineral. En las bellas artes se presentan tres tipos de estudios fundamentales: la pintura, la escultura y la arquitectura. Tres lados tiene la forma geométrica más estable entre las cerchas o armaduras usadas en la construcción de edificaciones y puentes. Así podría continuar durante largo tiempo, pero mi intención no es agotarlos con todas mis afirmaciones, sino persuadirlos de mi legítimo valor.

-Bastante tedioso ha sido el escucharte, con todo y que advertiste inicialmente que no necesitabas mucho para demostrarnos tu aparente supremacía sobre nosotros-interrumpió airosamente el CUATRO-; en fin, ya que tus principales razones descansan en interpretaciones místicas y quizás hasta esotéricas, dime algo: ¿dónde se apoyaría tu pedestal de oropel si todos esos dioses que mencionas no existieran? Si todos no fueran más que una invención humana para tratar de explicarse lo que no entiende, todo aquello que la mente del hombre no comprende. Recuerda que en el albor de la humanidad, el hombre creerá ingenuamente que la mayoría de los fenómenos naturales, inexplicables y confusos hasta entonces, no pueden ser obra más que de “seres superiores a él”, los cuales “amablemente” protegerán su vida, “enviándole” la lluvia, las cosechas, la salud, etc. El dios-Sol gentilmente proveerá de luz durante el día, y la diosa-Luna a veces lo hará de noche. Verás que muchos siglos después el hombre mismo descubrirá que estos fenómenos “milagrosos y extraordinarios” no tienen nada que ver con la intervención de sus supuestos dioses. Por otro lado, mi idiosincrasia e influencia en el universo es vital. Tengo un carácter orientador, guía, soy un faro luminoso en el vasto océano del hombre que navega por este oscuro mundo ininteligible. Soy la brújula de algo que aún miles de años después de hoy el hombre seguirá sin entender totalmente: el tiempo y el espacio. A través de mí se nombrarán cuatro estaciones del año, cuatro fases lunares y cuatro puntos cardinales. El día en realidad se halla dividido en cuatro partes, y no en tres como aseguró mi antecesor, las cuales son: mañana, tarde, noche y madrugada. La mayoría de los meses tendrán cuatro semanas, y cada cuatro años habrá un año bisiesto. También cada cuatrienio se celebrará en diversas partes del mundo eventos deportivos de gran magnitud, como las olimpiadas, originarias de Grecia. Una gran mayoría de gobiernos se dividirán en cuatro poderes: el ejecutivo, el legislativo, el judicial y el electoral. El hombre se desplazará por los caminos a través de vehículos que en la mayoría de los casos tendrán cuatro ruedas. A diario se sentará a comer en mesas provistas, normalmente, de cuatro patas, al igual que el número de apoyos sobre los que se sostendrá su cama, mientras descanse por las noches. El cuadrado y el rectángulo serán las formas preferidas por los humanos en sus obras, pues así serán sus libros, ventanas, puertas, pisos, habitaciones, casas, canchas deportivas, etc. Rectangular será la cuna en los primeros años de su infancia, y así misma será la forma de su ataúd al momento de enterrar su cuerpo, en el ocaso de su existencia. ¿No es acaso esto suficiente para reconocer mi magnificencia?

-No contestaré a tu pregunta –intervino el CINCO- y realmente ya sabes la respuesta que te darían los primeros tres compañeros. Yo no soy más que un número, una entidad abstracta inventada en la mente del hombre, y no tengo mayor importancia que la magnitud que represento. Este valor en sí es mayor que el de cualquiera de ustedes. Esa única y sencilla razón bastaría para creerme superior, pero no es así. Los cierto es que no soy más que una pizca de partícula nanoscópica en el infinito mundo de los números. Y cualquiera de los demás colegas que me suceden posee un valor numérico mayor que el mío, y por tanto que el vuestro. De intervenir cada uno de los restantes, esta tertulia duraría una verdadera eternidad. Y en todo caso, sería innecesario. Más fructífero sería comprender que cada uno de nosotros conforma el eslabón de una cadena sin fin. La falta de cualquiera provocaría una discontinuidad, una alteración del orden, un vacío. En realidad nuestro valor descansa en el todo que constituimos. Somos apenas una de las pocas llaves a través de las cuales la ciencia abrirá muchas puertas, y cerrará otras. Somos el preludio y la base sobre la que se cimenta el conocimiento. Somos un destello de la omnipotencia con la que el hombre soñará constantemente hasta el fin de los tiempos.