lunes, 15 de noviembre de 2010

EL PLACER DE NO CONOCERTE

La comodidad de la ignorancia
nos permite transitar sin herirnos.
Desde el valle de la superficialidad
parecemos más seguros,
quizás hasta nos vemos bellos.
Ridículamente interesantes o misteriosos.
Por qué alzar la mirada al risco
o escarbar dentro? Lo vale?

Ahora me importa más el hacerme oír
que el escucharte,
y aún más, que nos entreguemos al silencio.
Así sabrás menos de mí.
Y de lo que sé, que tal vez sea mucho,
quizás poco, pero ese poco,
en algún instante pudiera ser suficiente. 

No sé por qué pretendes
congeniar conmigo.
Realmente te importa o es mera cortesía?
No nos hace falta.
Por qué la condescendencia?
Qué pérdida de tiempo, no lo crees?
Te apreciaba más cuando te conocía menos.

Qué hermoso era cuando
 coincidíamos en la calle o el pasillo,
 la mirada apática
o la sonrisa amable, ambas eran francas,
entonces podía albergar la idea
de que tenías mucho qué ofrecer
y poco qué pedir,
que quizás te parecieras a mí,
o mejor aún, me superaras.

Me he quedado sin el placer
de no conocerte.

jueves, 11 de noviembre de 2010

FORTUITO

Una mañana cualquiera,
tan común como este día
o el de mañana, o quizás el de ayer,
súbitamente abordó el metro
y caminó apresuradamente por el pasillo,
frente a mí se detuvo y preguntó:

-¿Nos conocemos?-
Le vi sorprendido y le dije: -¿Perdón?-
mientras agudizaba mi atención,
ella repitió -¿Nos conocemos?-
Un poco dudoso respondí que no,
quizás de forma ingenua pero honesta;
ella insistió que sí, comprendí que a charlar estaba presta,
y traté de hacer memoria mientras junto a mí se sentó.

-“Te he visto un par de veces, creo”.-
Le comenté. Ella sonreía mucho
y como había tanto ruido, le dije:-”Casi no te escucho,
pero sí, tienes razón, no es la primera vez que te veo”-.

Le pregunté su nombre,
y una vez que lo supe le di el mío,
empezamos a conversar y el viaje que era aburrido y hastío,
resultó entretenido y ameno, quizás no les asombre.

Ella tenía una sonrisa cálida,
unos ojos brillantes y cierta sensualidad,
era toda ella atractiva y bella en verdad,
su tez era muy clara, más no pálida.

Sobre su cabeza traía unos lentes,
la blusa roja era sin mangas y de regular escote,
sobre su pecho un collar que combinaba con los pendientes,
y en su andar un contonear, tan imposible que no lo note.

Sus brazos largos y delgados
parecían por escultor italiano moldeados,
los muslos y piernas de similar aspecto
hacían que el diseño celestial de su cuerpo pareciera perfecto.

Su voz era algo así como esa canción
que escuchas por primera vez y te gusta, y te vuelve loco,
sentí, teniéndole tan cerca, que pronto estallaría mi corazón,
sin embargo los nervios que me perturbaban, se desvanecían poco a poco.



Su esencia flotaba a su alrededor
y quise suspirar tan profundo
hasta quedarme con todo su aroma, con todo su olor,
como se extasía en banquete de ricos el vagabundo.

Habían puesto los dioses en el rostro aquel
especial belleza, peculiar no sé qué,
sus habilidades de pintores plasmaron en su piel
una orgía de colores que hacían exquisito juego con sus ojos cafés.

Y aunque harto comprobado es que relativa
es la belleza, que lo que para unos mucho gusta
para otros, en cambio, de opuesta forma les disgusta,
no podía negar yo que en ella el alma de la beldad yacía viva.

Pasó que después de contemplarle
el implacable tiempo que no dejó de correr
estaba por acabarse, tuvo un fin que darle
a aquellos momentos que me permitieron conocer a esa mujer.

Finalmente el viaje acabó para ella primero,
se despidió reclinándose para asestarme un beso,
la vi marcharse sin saber si la vería a mi regreso,
o la semana próxima, o nunca, nada era certero.

Realmente me agradó, y no pasó
mucho tiempo sin que nos volviéramos a encontrar,
cuyas veces fue por casualidad, antojos del azar,
algo que nadie planeó.

Los desconocidos se volvieron conocidos,
y en cada fortuito encuentro se descubrían más datos,
cuando llegaban a verse el tiempo les era grato,
no se preocupaban por el más allá ni el olvido.

Resultaba un relación puntual,
imprevista, no cotidiana y sin rutinas,
nada se planeaba, a la vez pública y clandestina,
al principio no sabía si eso estaba bien o estaba mal.

Recuerdo que nunca le pedí número de teléfono alguno,
ni dirección, ni correo electrónico,
y al parecer a ella tampoco le parecía oportuno,
pese a que nos llevábamos muy bien, puede parecer irónico.

Me resultaba un poco extraño,
había una línea que no nos atrevíamos a cruzar,
yo conocía mis razones, ¿y las suyas? las quería averiguar,
pero a lo mejor de esa forma evitábamos el daño.



Comprendí que ella vivía otra época, otro tiempo,
y que quizás mi historia estaba encaminada por un sendero diferente,
en el que no existía más la misma apertura hacia la gente,
y que debíamos evitar el fluir de las palabras al arbitrio del viento.

Mi realidad no era su realidad,
yo no cambiaría la mía, ella no arriesgaría la suya,
yo me decía-“Espero que ella lo intuya”-
ella parecía no tener prisas en conocer toda mi verdad.

Y sucedió que quien nos unió,
de igual y misteriosa forma nos separó,
al cabo de días, los cuales se convirtieron en semanas,
éstas en meses y éstos en años, no volví a verla, no hubo más un mañana.


miércoles, 10 de noviembre de 2010

UNA "LISTA NEGRA" DE LA HUMANIDAD

Qué tenían en común Mark Twain, Abraham Lincoln, Carl Marx, Engels, H.G.Wells y Miguel de Unamuno? 

Nada?

Y si a esa lista le agregamos a Bertrand Russell, Fiodor Dostoievski, Kant y Galileo. Tendrían algo en común?

Será que son personajes famosos de la historia, ya sea de la literatura, filosofía, ciencia, política y otros? Será eso lo único que tuvieron en común?

Sin duda, fueron grandes pensadores que contribuyeron mucho al progreso de la humanidad a través de sus excelentes trabajos. Y si a la lista le sumamos a Pierre Bayle, John Milton, Thomas Jefferson, Freud, Thomas Mann, Thomas Paine, D. Hume, Montaigne, M. Gorki, Edison, Chaplin, Balzac, Heine, Einstein y Laplace? 

Qué tendrían en común? A parte de lo ya sugerido. Qué te parece si le "agregamos más peso al costal" y le adicionamos a Darwin, Goethe, Maquiavelo, Joseph Conrad, Walt Whitman, Poe, Jung, Voltarie, M. Proust, Lord Byron, Jean Cocteau, Benjamin Flanklin, Francis Bacon, Spinoza, Schopenhauer, Aldous Huxley, Albert Camus, Nietzsche, Herber Spencer, Pablo Picasso, Diego Rivera, J.J. Rousseau, J. P. Sartre, Rabelais, Benito Juárez, José Martí, Bernard Shaw, Frank Kafka, Bakunin, Marie Curie, Ernest Hemingway, Richard Dawkins, Peter Atkins, Sam Harris, Piergiorgio Odifreddi, Fernando Savater, Bill Gates, José Saramago...

Le seguimos?

Seguramente ya habrás deducido que uno de los aspectos que tienen en común todos los mencionados es que fueron (o son, lo que aún viven) ATEOS. Y te dejo la siguiente pregunta que lanza al aire Rius en su Manual del Perfecto Ateo:

"Le dice a usted algo que lo mejorcito que ha dado la Humanidad no crea en Dios y denuncie a la Religión como una farsa explotadora del Hombre...?"


Yuri Gagarin, hablando desde la órbita terrestre, 1961.
"NO VEO A NINGÚN DIOS AQUÍ ARRIBA"


Quizás alguno de la "lista negra" sí fue creyente, y tocaría revisar la biografía de cada uno para confirmar el dato que expone Rius y otros. Lo que no cabe duda es el aporte que todos dieron desde sus respectivos campos.

El caso es que me llama la atención que aunque los creyentes digan que son mayoría (lo cual es cierto), los ateos contraatacan asegurando que son minoría pero que han hecho más por la humanidad. Tú qué piensas?Alguna vez te hiciste esa pregunta? Estás de acuerdo con eso?

Un dato interesante es que según la Demografía del Ateismo,  en términos mundiales, si existen ateos y agnósticos en todos los países del mundo, su número es más reducido en países pobres y menos desarrollados que en los países ricos e industrializados. Por ejemplo, los científicos de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos que se consideran ateos o agnósticos representan el 93 % (según la revista Nature, n.º 386, pág. 435-436).



Porcentaje de ateos y agnósticos en los diferentes países del mundo.
 
Mi punto no es atacar a las religiones ni defender al ateismo, solamente te comparto "otra cara de la moneda". Te dejo el siguiente video para conocer un poco más sobre el Ateismo. Está ilustrativo, pese a que adolece al final con los personajes actuales que menciona, los cuales no están a la altura de los ateos célebres que desfilan previamente.


LA ENCONTRÉ

Fui a lugares lejanos,
extraños, llenos de gente extraña,
con costumbres más extrañas todavía.

Había cosas hermosas,
algunas te las podría describir,
otras no.

Te confieso que nunca pensé
llegar allí,
el sitio donde te conocí.

No pensaba quedarme mucho tiempo,
no iba a hacerlo,
de hecho, quise irme antes.

Hice muchas cosas nuevas,
descubrí tantos mundos, invisibles hasta entonces
a la mirada de mi ignorancia.

Me dejé seducir por la novedad,
la emoción de la primera vez
de tantas cosas insospechadas.

Conocí gente con ideas nuevas,
distintas pero simpáticas,
el que yo fuera diferente no les importó.

Todo estaba un tanto bien
hasta el día que te conocí,
me parecía mentira estar frente a ti.

Como siempre, me puse nervioso,
tenía miedo de agotar mis palabras,
o peor aún, decir alguna tontería.

Sentí que me encontraba
por vez primera frente al mar,
era la misma sensación de admiración, seducción y temor.

Verte a la cara, tan cerca,
recorrer tu faz con la mirada
era como extasiarse con el horizonte.

Tu mirada fue firme y segura,
y a la vez encantadora,
tenías el rostro serio, pero le robé algunas sonrisas.


Ya hace tiempo llevaba contemplándote en silencio,
me conformaba con verte,
y endulzarme el día al hacerlo.

El tan solo verte
era motivo suficiente
para sentirme contento, alegrabas mi vida.

Tenía tan poco de ti,
prácticamente nada, y esa nada
en ese tiempo, era mi todo.

Confieso que jamás sentí
la fascinación de pretender conocer
a alguien como quería hacerlo contigo.

Admiré desde la vez primera tu belleza,
cual amante del arte se apasiona
por una pintura, una canción o una escultura.

Me entusiasmé tanto
como el sabio de ese cuento de Rubén
cuando vio una ninfa en aquel estanque.

Eras todo un universo por explorar,
un atractivo misterio qué descubrir,
un celestial tesoro por encontrar.

Vi en ti el fuego que deseaba robar
sin miedo a que algún dios
me fuera a castigar.

Vislumbré el frescor
de los labios húmedos
que me expresarían su amor.

Te creí princesa.
Te soñé mi reina,
y resultó que eras más.

Al conocerte tuve la dicha
de encontrarme con que la beldad
que lucías, abundaba también en tu alma.

Dijiste llamarte Alma,
también Patricia.
Y encontrarte soltera me trajo tanta calma.

Cuando finalmente cerca te tuve,
me sentí como niño en tienda de dulces,
quería conocer cada detalle tuyo y quedarme con todos.
Saber qué te gustaba, qué leías,
si bailabas, si música oías,
si ibas al cine o mejor, si a verme volverías.

Y resultó que sí congeniamos,
que te causaban gracia mis chistes
improvisados, que nos agradamos.

Pareció que mi conversación
no te aburría y que quizás
algo entre los dos nacía…

…Una amistad, un amor,
sólo el tiempo lo sabría,
más dejé en claro que ser tu amigo no pretendía.

Ser amigo nunca fue suficiente para mí,
había encontrado a la musa de mis sueños,
quizás la mujer de mi vida, ¡no! ¡no sería sólo tu amigo!

No iba a dejarte ir,
no iba a desperdiciar la oportunidad
que Dios me había dado de ser feliz.

El tiempo fue pasando,
y fui descubriendo que contigo
lo tenía todo, que falta no me hacía nada.

Sentí que podía respirar profundo y decir:
“la búsqueda ha terminado”,
el amor, el que siempre anhelé, ha llegado.

Y desde el día primero que te conocí,
todo tiempo posterior no fue más
que confirmación de mi sospecha.

Pues te amo con tal pasión,
respeto y admiración hasta la fecha,
que todavía me parece una divina alucinación.

Es por eso que hablo de ti con orgullo,
que me levanto y acuesto feliz al ir a la cama,
al saber que sos mía, al saber que soy tuyo,
al poder decir “La encontré, su nombre es Alma”.

NOSOTROS, LOS FALSOS CAIDOS

¡Dinos qué te hicimos!
por qué tanto odio
sobre nosotros, apenas te conocimos,
¿por qué crees merecer prematuro podio?

¿Por qué nos convidas de tus traumas?
malgastas tu tiempo sorbiendo el mal,
haciendo de tu andar un patético drama
en el que no puedes tratarnos por igual.

Disfrutas pisotearnos con cruel afán,
creyéndote superior por tu posición,
nuestra humillación es tu diario pan
y la burla tu típica intención.

Crees hacernos daño con la eterna saña,
sueñas con mirarnos temblar al verte,
 pero es inútil, solamente te engañas,
la adversidad sólo nos hace más fuertes.

Serás víctima de tu enojo,
olvidas que quien escupe al cielo
suele padecer la ley del ojo por ojo,
y tarde o temprano, desconsolado besarás el suelo.

La justicia divina muchas veces tarda,
pero no siempre espera a que mueras,
no cuesta nada llevar una vida noble y gallarda,
es de lo que te pierdes, ojalá lo supieras.

Antes de despedirme déjame decirte
que no te acomodes en tu falso trono,
porque tu maldad no hace más que herirte
y el dolor ajeno no devolverá tu aplomo.

Y aunque quizás tu fortuna haya crecido,
con todo el sudor exprimido en nosotros,
la paz que presumes jamás la has tenido,
tu conciencia cobrará el perjuicio nuestro y el de tantos otros.

ESTA TARDE

Ha caído la tarde,
el sol da su último adiós,
ya casi muere el día,
ya se escuchan los pasos
misteriosos de la noche
y continúo queriéndote más
a cada instante que pasa.

Te extraño mucho
y no me canso de hacerlo,
tu recuerdo se ha convertido
en mi aire y en mi agua,
no paro de pensar en ti,
porque cada silencio que me invade
es transformado en poesía para ti.

Para ti son las flores y rosas,
para ti es el trinar de los pájaros,
para ti son las caricias del viento,
para ti son las cosas más hermosas
y este sentimiento que llevo dentro.

Ha caído la tarde
y mi amor se alza
como llamarada en medio de la oscuridad,
mi amor no se apaga,
mi amor arde eternamente
por ti, sólo por ti.
El sol se ha ido
pero no me he quedado sin ti,
tú permaneces aquí, muy dentro de mí.

SIN TÍTULO

Existe rebeldía en la sangre
que fluye por mis venas,
hay en mi espíritu hambre
de esas cosas buenas
que ya se han perdido,
y de aquellas que aún no han venido.

Mi mente quiere explotar
y la basura sacar,
la basura de los días
que queman la vida,
los sueños y la alegría.

Existe tanto fracaso
y tan pocas almas abiertas
a darme un simple abrazo;
las teorías ideales son tan inciertas
y el amor parece sobrenatural,
hay tan poca luz
en esta inmensa oscuridad mundial,
y yo sólo quiero mi juventud,
yo sólo quiero de vuelta a la virtud.

LA MUSA

¡Qué preciosa es la musa!
con su pantalón negro y su larga blusa,
le coquetea al sol en el día
y a la luna llena en la noche fría.

¡Qué preciosa es la musa!
con sus labios rojos,
sus mejillas rosadas
y el brillo galáctico en sus ojos.

 ¡Qué preciosa es la musa!
en el arco iris del atardecer
embriaga con su aroma
de bella mujer.

En los momentos de soledad,
en esos instantes de nostalgia y frialdad,
pienso en ella a la orilla del mar,
la recuerdo y empiezo a llorar,

y grito con todas  mis fuerzas
tratando de olvidar las melancolías y tristezas:
¡qué preciosa es la musa!
el olvido mi alma rehúsa.